Muchas de las afecciones que presentan las plantas se deben a condiciones de cultivo inadaptadas.
Marchitamiento, manchas, decoloraciones y amarilleos no manifiestan siempre un problema parasitario, sino un «malvivir» de la planta que se conoce como «alteración fisiológica».
Cualquier signo anormal que aparezca bruscamente y de forma bastante generalizada en una planta de interior manifiesta casi siempre un problema de orden no parasitario.
Una enfermedad se localiza primero en un órgano y luego evoluciona de forma paulatina, lo que le permite observar el comportamiento de la planta durante algunos días antes de tratarla.
(Imagen/ Flickr: Dougtone)
Consejo:
No se precipite con el pulverizador al menor síntoma anormal que manifieste una planta. Si una hoja amarillea o se cae, no es ningún drama. Ponga en observación la planta «sospechosa». Para ello, la aislará en una habitación luminosa pero fresca.
Dosifique el riego y detenga los aportes de abono.
- La caída de las flores abiertas
- La caída de los capullos florales
- La caída de las hojas
- Las decoloraciones del follaje
- La desecación
- Las deformaciones diversas
- El marchitamiento
- El amarilleo
- El crecimiento lento
- La reversión
Este reportaje es un fragmento del libro Jardinería de Interior, de Larousse Editorial. Si te interesa este contenido, tienes más información detallada aquí: Larousse.es.
fuentes: http://plantas.facilisimo.com/reportajes/consejos/los-problemas-de-cultivo_1245618.html
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